martes, 23 de febrero de 2016

AQUEL VIEJO EDIFICIO


LA ESCUELA PROFESIONAL EN LOS AÑOS DEL FRANQUISMO  (II) 

Juan Carlos Sánchez COrralejo 

De la Escuela Profesional al IES Don Bosco, pp. 25-26.
 I.S.S.N.   84-690-2378



EL EDIFICIO DE LA ESCUELA PROFESIONAL.

Constaba de una amplia nave de 70 metros de longitud por 18 de anchura y 11 de alto, que acogió los talleres de zapatería, carpintería, electricidad y torno, más el taller de forja (la famosa fragua), adosado a la nave, a la que se unía el edificio dedicado a las aulas[1]


En 1966, cuando el inmueble estaba a punto de cumplir diez años de existencia, sufrió las primeras obras significativas de adaptación. En febrero de aquel año se desplazaron al centro un inspector de la Jefatura Nacional de la Obra Sindical para hacer un estudio sobre la necesidad de reformas. A mediados de agosto  visitaron la escuela Carlos Corpas Mora, nuevo delegado provincial  de sindicatos, y  José María Segovia, vicesecretario de obras sindicales. El objeto era buscar una mejor distribución de dormitorios, aulas y salones del comedor y sala de estudios[2]. A fines de año se habían finalizado la reforma y las mejoras en los dormitorios, comedores, aulas y almacenes[3].

En el verano de 1962 llegan al consistorio sendas solicitudes de la escuela y de la delegación provincial de sindicatos pidiendo autorización para abrir una puerta desde el centro hasta el campo de fútbol municipal, a fin de facilitar el acceso de sus alumnos a dichas instalaciones. El cabildo solicitó, a cambio, el arreglo por cuenta de dicho organismo de la valla intermedia[4]. Dicho acceso sigue existiendo en la actualidad y ha permitido durante años la utilización del campo a los chicos del instituto.








En el curso 1966-67 se dotó al centro de un televisor, donado por la Delegación Provincial de Sindicatos, cumpliéndose una de las peticiones de los alumnos, quienes pudieron a partir de entonces pasar sus horas de descanso y los días festivos en el recinto y protegerse de las inclemencias del tiempo[5]. Además, el centro contó con un proyector de 8 mm., que exhibía películas llegadas desde Sevilla a través de la camioneta de Damas.  Muchos alumnos recuerdan aún aquellas proyecciones en el salón de actos, dirigidas primero por Diego Cejudo y más tarde por Ramón Mora; recuerdan las películas cómicas, pero también aquellos besos que hacía que los chicos formaran la de san Quintín.








LAS ESPECIALIDADES.-  En los años finales de la década de 1950 las especialidades que se cursaban en la escuela profesional eran zapatería (manual, mecánica y cortes aparados), la rama mecánica con los oficios de ajustador matricero, tornero,  fresador y soldador chapista; la rama de electricidad (instalador y más tarde bobinador) y la de madera (carpintero-ebanista). La duración media de los estudios era de 5 años: dos dedicados a preparación y otros tres a la obtención de la oficialía en la rama elegida. Durante la dirección de Torrelo, los chicos admitidos iban pasando por los diferentes talleres, a fin de que pudieran darse cuenta de sus verdaderas inclinaciones. Así resumía el cronista del diario Odiel el primer año de rodaje del centro valverdeño: «los muchachos de ambos sexos admitidos, que han tenido que salvar el cernidor de un riguroso examen, siguen un curso de pre-aprendizaje, en el que se les enseña trabajos manuales al mismo tiempo que se instruyen en cultura general. Después de este período, de un año de duración, un segundo curso se dedica a la orientación profesional del alumno. Cada uno de los muchachos pasa algún tiempo en las distintas especializaciones de la escuela hasta demostrar sus aptitudes. De esta forma entra en los tres cursos oficiales en busca del perfeccionamiento de aquella tarea a que le llevan sus preferencias. Este es el modo más seguro de lograr el mayor rendimiento, así como de hacer el trabajo más grato»[6]

El año académico 1957-58 contó con dos cursos de pre-aprendizaje y el 1º de aprendizaje. Aquel curso, además, se iniciaron las prácticas de electricidad, se acogió una aula masculina de primaria creada por el Ministerio de Educación Nacional y se seguía pensando en construir un edificio inmediato al inicial para separar las enseñanzas de niños y niñas[7]. Además el centro se dotó, no podía ser de otro modo en aquella escuela confesional, de un capellán. En 1960 terminaron estudios los alumnos de la primera promoción, en total 21 chicos, con las siguientes especialidades:

Especialidad
Alumnos
 
 



ZAPATERIA
Gregorio Bermejo Sánchez
 CARPINTERÍA
Salvador Palanco Rite
Fernando Fernández Arcas
Pedro Rivera Cuesto
Manuel Fernández Azogil
Manuel Rubio  Alvárez
Vicente López López

FORJA Y SOLDADURA

Juan Pernil Romero
Juan Lozano Pintor
Lorenzo Barrero  Flores
Germán Llanes Moreno

FRESA

Juan Antonio Perea Lemus
Esteban Raya Largo
Cipriano Prieto Hernández
José Rodríguez Vázquez





TORNO
José Arenas  Parreño


Luis  Domínguez Martín


José González Luque


Antonio López Rodríguez


José de Jesús Quintero Mora


Manuel Silva Masera













[1] Odiel, 8-10-1959.
[2] Odiel 13 de agosto y 14 de octubre de 1966.
[3] Odiel 8-12-1966.
[4] A.M.V./L.A.C. de 1962, 9 de julio
[5] Odiel.  Jueves,  8 de diciembre de 1966, pág. 7.
[6] Odiel, 23 de junio de 1957, p. 7.
[7] Vid. Tomás López, op. cit

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